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LA VOZ DE COCEMFE VALENCIA. El mes de abril lo dedicamos a las/los Auxiliares de ayuda a domicilio de nuestra entidad

Fomento de la Autonomía Personal (FAP), Por una Vida Independiente (XVI), Apoyo y Descanso a las Familias cuidadoras (ADF) y Servicio de Ayuda a Domicilio de Dependencia (SAD).


Desde 2003, trabajo como Auxiliar de Ayuda a Domicilio en COCEMFE Valencia, en los programas FAP, XVI y ADF que se llevan a cabo y que procura que la persona con diversidad funcional física y orgánica sea más autónoma en referencia a otro tipo de cuidadores, fomenta una vida independiente dentro del entorno propio y con intervenciones comunitarias que potencian el desarrollo de una vida autónoma y a su vez las familias cuidadoras mejoren su calidad de vida y así aumentar el bienestar de las propias personas usuarias.

El trabajo está centrado, pues, en la persona que necesita un apoyo con el cual puede desenvolverse sin necesidad de depender de la disponibilidad de otras personas, sean familiares o no. Desde levantarse, acostarse o aseo personal, hasta acompañamientos en múltiples tareas como gestiones sanitarias, compra de alimentos, actividades de ocio, etc. que pueden ser realizadas tanto dentro o como fuera del hogar propio o compartido. El SAD de Dependencia, una de las ayudas promovidas por la legislación vigente, se ha incorporado también a las personas usuarias que lo solicitan, incluyendo en su caso ayuda en tareas domésticas propias del hogar, como puede ser limpieza o cocina, además de las tareas de atención personal.

El trabajo es complejo, puesto que trata de compaginar la voluntad de movimientos de la persona usuaria, siendo un apoyo en sus limitaciones, con un entorno a veces no suficientemente accesible a sus necesidades. Por otro lado, también hay que armonizar la voluntad del familiar con la de la persona usuaria, que es para quien está trabajando directamente el Auxiliar de ayuda a domicilio, cuando este no vive independiente en su propio hogar.


El Auxiliar de Ayuda a Domicilio debe tener unos conocimientos básicos (actualmente legalizados por la Conselleria de Servicios Sociales/Dependencia) en cuanto a actividades especiales como transferencias, manejo de apoyos técnicos, etc., pero también ha de tener una empatía especial con la persona a la que está apoyando y su entorno, con quien o quienes a lo largo del tiempo irá conociendo mejor en sus necesidades, preferencias y otras cuestiones de tipo personal, que debe compartir necesariamente por la naturaleza de su trabajo y que ha de saber manejar con respeto y profesionalidad en todo momento.


Un trabajo poco conocido o reconocido, confundido muchas veces con los cuidadores no profesionales, que se dedican directamente a realizar acciones que el interesado no puede hacer por sí mismo, dependiendo de la disponibilidad de aquellos. Disponer de este apoyo en cualquier lugar y momento, puede ser agotador para ambas partes y por eso el trabajo profesional del Auxiliar de Ayuda a Domicilio cobra especial relevancia, si todos los actores asumen sus papeles.


En la pandemia que estamos padeciendo se ha demostrado, una vez más, que es un trabajo necesario en cualquier circunstancia, y créanme, es una satisfacción personal poder hacerlo. Saber apoyar y saber dejarse ayudar en armonía es algo mutuamente enriquecedor y, sobre todo, aporta más independencia.

Gonzalo Carbonell

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